El propósito de toda vida es el desarrollo y el enriquecimiento. Todo Ser Humano, de hecho, todo ser vivo, tiene un derecho inalienable a todo el desarrollo al que es capaz. Un derecho del Ser Humano a la vida implica su derecho a tener el acceso libre y sin restricciones de todas las cosas, que pueden ser necesarias para ayudarlo a realizar su máximo potencial mental, espiritual y físico. En otras palabras, todo ser humano tiene derecho a ser rico y disfrutar de todo lo que la vida tiene para ofrecer.
Hay tres motivos principales para nuestras vidas: Vivimos para nuestro cuerpo. Vivimos para nuestra mente. Y, vivimos para nuestra alma. Estos tres constituyentes son, al mismo tiempo, altamente distintivos entre sí, así como altamente interdependientes entre sí. Pero, en el mundo en que vivimos, esto es seguramente más fácil decirlo que hacerlo.
Todo lo que necesitamos o queremos tiene que ser comprado por un precio. La vida se ha vuelto tan compleja que incluso el más ordinario de los seres humanos necesita una gran cantidad de dinero para satisfacer su necesidad de una vida más plena. Vivir para el cuerpo Vivir para el cuerpo significa comida adecuada, ropa cómoda y refugio; y la libertad de trabajos indeseables o excesivamente extenuantes. El descanso y la recreación también son muy importantes para nuestro bienestar físico.
Vivir para la mente Vivir para la mente implica acceso a libros buenos que invitan a la reflexión y tiempo para leerlos, oportunidad para viajar, para actividades intelectuales, para observación y análisis, para apreciar obras de arte, música y belleza. La mente humana requiere libertad para pensar creativamente y manifestar sus sueños en realidad. Vivir para el alma Vivir plenamente para el alma significa que uno debe tener la capacidad de amar y contribuir. Es difícil para nosotros desempeñar nuestros papeles de hijo, hija, padre, madre, hermano o hermana si no tenemos suficiente dinero. Arraigado en el concepto de amor está el sentido de dar.
La satisfacción que uno desea de un gesto espontáneo de dar vale una fortuna. Igual de importante es hacer una contribución significativa a los demás entre nosotros; a personas que no han sido tan afortunadas como nosotros. Cabe señalar que tal contribución no requiere necesariamente mucho dinero. Incluso una pequeña contribución (basada en la capacidad y las circunstancias), que marca una diferencia en la vida de alguien, puede proporcionarnos una inmensa satisfacción.
Al mismo tiempo, la vida no puede ser tratada de manera fragmentaria. La vida tiene que progresar como un todo. No puedes dejar el cuerpo atrás y vivir simplemente para la mente. Del mismo modo, no puedes dejar atrás el espíritu y vivir simplemente para el cuerpo. Los tres: Cuerpo, Mente y Espíritu (o Alma) tienen que ser llevados juntos. Como seres humanos, es nuestra responsabilidad lograr este equilibrio.
Y, este equilibrio tiene que ser cumplido, para lo cual se necesita una cantidad adecuada de dinero. Por lo tanto, es nuestro derecho inherente ser ricos. Si quieres saber algo erotico este lugar será para ti, sin moverte puedes visitar nuestra pagina de Disfuncion erectil y comprar.
